La ecología ha sido una preocupación creciente en los últimos años y la tendencia indica que va a experimentar un crecimiento aún más rápido. El ecologismo no es una moda pasajera. Es una realidad y una necesidad que no podemos dejar de lado. En las diversas convenciones climáticas, los distintos países más industrializados del mundo han llegado a acuerdos y compromisos para regular sus emisiones de CO2, fomentándose la noción de eco-responsabilidad en los ciudadanos.
Si bien es cierto que los estados son los que tienen mayores responsabilidades ecológicas, también lo es que los ciudadanos podemos participar en este ahorro de CO2, adaptando nuestros hábitos cotidianos. Y entre los aparatos que usamos a diario y que tienen un impacto directo en el medioambiente, encontramos naturalmente el sistema de calefacción que utilizamos. Un calefactor emitirá necesariamente CO2, sea cual sea el dispositivo y el combustible utilizado, pero algunos son mucho mejores que otros.
La buena noticia es que la ecología y el ahorro económico no son incompatibles. Por lo tanto, es muy posible elegir un medio de calefacción que sea ecológico, que ahorre energía, y a la vez nos ayude a ahorrar. Entonces, ¿qué tipo de calefacción debería elegir para participar en el esfuerzo común para reducir las emisiones de CO2? ¿Cuál es el mejor y el peor que puedo elegir entre la electricidad, el gas y el petróleo? Esto es lo que descubriremos juntos en este artículo.
¿Qué es la calefacción ecológica?
La calefacción ecológica es la forma de calefacción que tiene menor impacto medioambiental. Se trata de una forma de calefacción que se basa en la utilización de energías renovables como la solar, la eólica o la geotérmica, para calentar las viviendas. Por supuesto que en todas hay algún tipo de huella medioambiental, pero la diferencia es grandísima a largo plazo.
Motivos para elegir una calefacción ecológica
Hay muchos motivos para elegir una calefacción ecológica, ya que estas ofrecen un gran número de ventajas sobre las calefacciones convencionales. Entre estas ventajas se encuentran:
- Menor consumo de energía: las calefacciones ecológicas consumen menos energía que las calefacciones convencionales, lo que permite ahorrar dinero en la factura de la luz.
- Menor emisión de gases contaminantes: por un lado, al consumir menos energía, se generan menos gases contaminantes asociados a la producción de dicha energía; por otro, incluso para producir la misma energía, las calefacciones ecológicas emiten menos gases contaminantes que las calefacciones convencionales. El resultado es una mejor calidad del aire.
- Menor ruido: las calefacciones ecológicas son más silenciosas que las calefacciones tradicionales. Es lógico teniendo en cuenta los puntos anteriores. La caldera necesita menos «esfuerzo» para generar la misma energía y esto produce menos ruido.
- Mayor durabilidad: las calefacciones ecológicas son más fiables y duraderas que las calefacciones convencionales. También por este motivo la factura es menor, ya que hay menos costes de mantenimiento.
- Mayor seguridad: las calefacciones ecológicas son más seguras. Es cierto que los sistemas actuales son muy seguros en general, pero estos lo son especialmente.
¿Qué es el aislamiento térmico?
El aislamiento térmico es una técnica que se utiliza para mejorar la eficiencia energética de un edificio, mediante la reducción de las pérdidas de calor a través de las paredes, el techo y el suelo. Una mejor eficiencia energética hace que se consuman menos recursos y por lo tanto sea mejor para nuestro planeta. Además, tiene otras muchas ventajas:
1. Aumenta el confort térmico en invierno y verano.
2. Reduce la demanda de energía para calefacción y refrigeración.
3. Aumenta el valor de la propiedad.
4. Reduce el ruido de impacto.
5. Reduce el ruido de transmisión.
6. Aumenta la seguridad en caso de incendio.
7. Reduce el mantenimiento.
Calefacción de gasoil
La calefacción por gasoil es un sistema de calefacción que se basa en la quema de gasoil para producir calor. Este sistema es muy utilizado en España, ya que el gasoil es un combustible muy barato (al menos hasta ahora, con la situación actual hay que ponerlo todo entre comillas), pero no es el sistema más ecológico que puedes elegir. Este combustible produce gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Además, el gasoil es una fuente de energía no renovable, lo que quiere decir que se agota y no se puede regenerar.
El gas natural, es cierto, sigue siendo un combustible fósil. Por lo tanto, no es el sistema de calefacción menos contaminante. Sin embargo, es el hidrocarburo* más limpio . Emite entre un 30 y un 50% menos de emisiones de CO2 que otros combustibles fósiles.
*Un hidrocarburo es un compuesto químico formado por carbono e hidrógeno. Los hidrocarburos que existen son el metano, el etano, el propano, el butano, el pentano, el hexano, el heptano, el octano, el nonano, el decano, el undecano, el dodecano, el tridecano, el tetradecano, el pentadecano, el hexadecano, el heptadecano, el octadecano, el nonadecano, el eicosano, el docosano, el tricosano, el tetracosano, el pentacosano, el hexacosano, el heptacosano, el octacosano, el nonacosano, el icosano.
Por el lado del sistema de calefacción, puedes optar por una caldera de gas con un rendimiento energético muy alto. También denominada “caldera de condensación”. Estos modelos recuperan el vapor de agua asociado a la combustión del gas natural y lo utilizan como energía térmica. A veces muestran rendimientos de más del 100%. Por lo tanto, son energéticamente eficientes y se recomiendan para calefacción ecológica.
Para hacer más ecológico tu consumo, es posible optar por una oferta de biometano, un gas verde producido a través de la valorización de residuos agrícolas. De esta forma estarías apoyando las energías renovables.
Calefacción eléctrica
La calefacción eléctrica funciona mediante la radiación de calor emitida por una resistencia eléctrica. La resistencia se calienta al paso de la corriente eléctrica, lo que produce un calor que se transmite a los objetos cercanos. La calefacción eléctrica es una forma de calefacción rápida y eficiente, que permite regular la temperatura con gran precisión.
Los convectores son los calentadores eléctricos más comunes. Desafortunadamente, este es un tipo de calefacción que consume mucha energía. Por otro lado, es de mala calidad en cuanto al confort térmico. Para mejorar el desempeño ambiental de su hogar, existen otras opciones mejores.
- Radiadores secos de inercia. Estos modelos están fabricados con un material con buena inercia térmica como la cerámica, el hierro fundido o incluso el granito. Estos retienen el calor para difundirlo gradualmente. Con esto se consigue que el radiador no tenga que estar constantemente encendido para liberar calor. Es algo parecido a cuando apagamos la vitrocerámica unos minutos antes de terminar de cocinar, para aprovechar el calor residual y ahorrar.
- Radiadores de fluido caloportador. Aumentan de temperatura utilizando una resistencia que calienta un líquido presente en el dispositivo. En general, también muestran una buena inercia térmica. Aun así, el líquido de que se trate retiene menos el calor que los materiales que hemos mencionado en el caso de los radiadores secos de inercia.
- Calentadores de almacenamiento. Contienen ladrillos refractarios en su interior. Estos se calientan por la acción de una resistencia. Tienen la ventaja de poder cargar durante las horas de menor actividad y difundir el calor durante las horas de mayor actividad. La parte negativa es que estos modelos son modelos voluminosos y pesados debido a los ladrillos que los constituyen.
Bomba de calor
Las bombas de calor son sistemas que utilizan energía renovable para calentar tu hogar. Pueden utilizar las calorías presentes en el aire, el agua o el suelo. Económica, la bomba de calor aire/aire transforma las calorías del aire exterior en calefacción en tu interior. Los modelos reversibles proporcionan una función de aire acondicionado.
Es un sistema que cada vez gana más adeptos, sobre todo para las nuevas instalaciones. Pero también puedes instalarlo en tu casa aunque sea antiguo. La instalación de una bomba de calor no requiere de grandes obras. Si la inversión inicial puede ser sustancial, de media una bomba de calor te permitirá reducir tu factura energética a un tercio.
Además de permitirte generar ahorro, la bomba de calor utiliza energía no contaminante, gratuita e inagotable, ya que las bombas de calor aprovechan el calor que se encuentra en el suelo, en el aire ambiente o incluso en el agua de las llamadas capas freáticas.
Calefacción central
La calefacción central es un sistema que calienta toda la casa con una caldera. El sistema de calefacción central es diferente de la llamada calefacción auxiliar. Con una sola fuente de producción de calor, todos los calefactores de su hogar pueden funcionar.
Todo el sistema de calefacción central está conectado a los calentadores a través de tuberías, por donde circula agua caliente para llevar calor a los radiadores. El circuito de distribución que conforma la calefacción central se encargará de calentar las estancias conectadas al sistema.
Suelo radiante
Es un tipo de calefacción que, como hemos hablado en otras ocasiones, es la más cómoda. La calefacción eléctrica te ayudará a ahorrar mucha energía. Simplemente funciona con un cable calefactor distribuido por toda la superficie del suelo. La instalación de calefacción por suelo radiante debe ser realizada por un profesional certificado.
Los diagnósticos, a nivel de superficie, deberán ser operados. A nivel de su instalación, puede realizarse durante la construcción de una vivienda, pero también puede serlo en el caso de una obra de reforma.
Energía Solar
La calefacción solar funciona con energía totalmente renovable, incluso inagotable. La producción de gases de efecto invernadero es nula, salvo en la fase de fabricación de los paneles. Producida in situ, la energía solar no requiere transporte, como es lógico. El uso generalizado reduciría significativamente el consumo de los combustibles fósiles que tanto daño hacen. Reservada durante mucho tiempo para la producción de agua caliente sanitaria, la energía solar puede cubrir gran parte de las necesidades de una vivienda.
Las principales ventajas de la energía solar son:
1. Es renovable y abundante.
2. Es limpia y no emite gases de efecto invernadero.
3. No produce residuos radiactivos.
4. Es silenciosa.
5. No requiere mantenimiento.
6. Es segura.
7. Es barata.
La mejor solución para un hogar ecológico
Como hemos visto, la energía solar es una solución ideal: limpia, renovable, no produce gases de efecto invernadero… El único coste asociado es la fabricación de los paneles solares. Este coste se está reduciendo cada vez más gracias a los avances en la tecnología fotovoltaica.
Económicos y ecológicos, los paneles solares captan los rayos del sol para calentar la casa o incluso calentar el agua. La factura de la luz se reduce proporcionalmente en función de la calidad de la instalación realizada.
Esperamos que este artículo haya sido interesante. Si quieres saber más sobre el tipo de calefacción más adecuado para tu caso o necesitas un servicio de reparación o mantenimiento no dudes en ponerte en contacto con nosotros.